martes, 1 de octubre de 2019

Conducta autolesiva en la adolescencia:


Cuando hablamos de autolesiones nos referimos al daño que el adolescente se infringe a sí mismos,  son todas aquellas lesiones provocadas en el propio cuerpo. No tienen como finalidad buscar provocar la muerte.
Observamos que es una conducta en aumento y con mayor frecuencia  en las mujeres adolescentes.
Es fundamental que estas conductas sean observadas y abordadas en el ámbito médico y psicológico.
Las autolesiones más frecuentes son los cortes en la piel, quemaduras, golpes, arañazos y otros comportamientos de autodaño como tomar productos o pastillas. En algunos casos estas conductas son parte de un cuadro psiquiátrico establecido que muchas veces no se ha diagnosticado aún y que es fundamental que no se considere como un simple llamado de atención por los adultos que rodean porque no estamos observando la gravedad del caso. Podemos estar frente a síndromes depresivos o trastornos de la conducta alimentaria y trastorno de ansiedad. Por lo que la correcta valoración aporta la manera de abordar y ayudar al joven frente a lo que siente.
Consideramos que hay carencia de estudios adecuados para analizar y abordar estas conductas. Observamos en clínica que este comportamiento es reiterado y muchas veces no se llega a consultar por eso, considerando que es un comportamiento adolescente que va a pasar, o que puede revertirse con una penitencia. Pensemos en sus causas o motivaciones para no considerarlos como hechos de rebeldía adolescente pasajera.
En muchos casos estas agresiones a sí mismos tienen una connotación psicológica, refiere a la autodestrucción, es la búsqueda de dolor como manera de expresar el sufrimiento. Es un mensaje claro no verbal que muestra la necesidad de liberarse de la rabia o de otros sentimientos como la tristeza o la soledad. Es una descarga de emociones que el adolescente no puede expresar de otra manera y  es la forma que encuentra para soltar lo que le afecta. Es para ellos más aceptado el dolor físico que se siente del corto o la lastimadura en la piel, que el dolor emocional.
También podemos decir que infringir dolor es a veces una manera de constatar estar vivo, es así que el flagelarse es una manera de sentirse vivos.
Como podemos ver el atrás de estas conductas son muy complejas. En la mayoría de los casa pasan en situaciones de crisis y de manera impulsiva y es un comportamiento que queda aprendido como mecanismo de liberación y se continúa utilizando, a veces en forma cada vez más frecuente si no lo tratamos.
Es importante señalar también que la autoagresión está muy relacionada con las adicciones y trastornos de alimentación.
En estas conductas vemos entonces que el adolescente necesita que los demás estén pendientes de él, a veces están buscando afecto o pueden usar este comportamiento como amenaza en una forma de manipulación.
Como veíamos puede ser como un castigo a sí mismo donde observamos baja autoestima, sentimientos de culpa o responsabilidad y sienten que merecen un castigo.
Muchas veces representan sentimientos de odio, rechazo o disgusto hacia uno mismo y eligen el malestar físico como manera de detener el proceso del pensamiento. Cuando hay pensamientos negativos constantes, ansiedad, depresión, la persona puede lesionarse por el propio malestar que estos producen, pero también porque la autolesión bloqueará temporalmente esos pensamientos. Es una forma de controlar las emociones.
Tener frente a estas conductas la valoración psicológica necesaria es la puerta de entrada a la comprensión de la persona, de su manera de sentir y la posibilidad de acompañar a la familia en un abordaje acertado de lo que sucede. Toda autolesión debe ser considerada y no ignorada, al menos hasta que se descarte algún peligro o que esto forme parte del tratamiento.
Lic. Daniela Muñiz
Psicóloga Clínica
CJP 104320
Celular: 098592791

sábado, 2 de marzo de 2019

Padres frente a un diagnóstico: Espacio terapéutico de sostén y orientación:


En el momento en el que se recibe un diagnóstico es probablemente el final de un camino arduo que se transitó, donde se acumularon muchas dudas, consultas y diferentes opiniones. Este trayecto generador de angustia queda sin sin abordado para que padres y familiares afronten el diagnóstico y comiencen las posibles vicisitudes de los tratamientos.
El diagnóstico certero de la problemática es muy importante porque abre el abanico de posibilidades de abordaje en la certeza lo cual tranquiliza y permite un tiempo diferente de comprensión de la situación del niño y la situación familiar.
Es de nuestro interés mirar hacia esos padres que han recibido un impacto emocional que requiere apoyo y contención para cada familia. Consideramos que hay por lo menos tres escenarios necesarios que cada familia tiene que plantearse y para lo cual necesita estar acompañada. Nos referimos en primer lugar a acercarse y aprender acerca del diagnóstico que ha recibido la familia, por otro lado interiorizarse los tratamientos, alternativas y posibilidades acordes a cada situación particular. En tercer lugar pero no menos importante, conocer cómo acceder a los servicios de salud, los derechos que tiene el paciente.
Es de nuestro interés en el espacio clínico allanar este camino, despejando dudas generando un espacio de sostén para los padres en la colaboración de toma de decisiones y tránsito por las dificultades…
Lic. Daniela Muñiz
Psicóloga Clínica
098592791

martes, 12 de febrero de 2019

Conformación de un espacio personal de Análisis:


En este espacio nos interesa dirigirnos a quienes tienen la necesidad de conformar un espacio propio para el pensamiento y análisis personal. El trascurso de la vida nos genera momentos de necesidad de un espacio de acompañamiento y análisis de las circunstancias de nuestra vida. Los cambios, pérdidas, emprendimientos y proyectos personales entre otros, son circunstancia que a todos nos atraviesa en alguna etapa...
Tener un lugar que la confiabilidad y el compromiso son los motores para el encuentro, la palabra el medio de expresión emocional para el intercambio.
En Espacio Abierto consideramos que tener una lugar de sostén psicoemocional es una oportunidad y derecho que puede ser necesario.
Lic. Daniela Muñiz
Psicóloga Clínica
098592791

viernes, 1 de febrero de 2019

Acompañamos a los padres en la tarea de ser...

En el espacio terapéutico acompañamos a padres y abuelos en una de las tareas mas gratificantes pero difíciles que es la crianza de nuestros niños.
Vemos en la clínica la creciente necesidad de asesoramiento a padres en cuento a sus miedos y dificultades en el día a día con sus pequeños. El desafío de actividades, horarios y situaciones por las que pasan nuestros niños, requiere de ayudarlos a crecer seguros y autónomos.
El cuidado y brindar amor es necesario para la base de su crecimiento sano, pero el sobrecuidado y la protección excesiva son contraproducente en lo que el niño conforma de sí sismo, en sus sentimientos propios y en la creación y consideración de sus posibilidades.
Generar un espacio limitante y protector es un desafío, ante el cual cada padre lo transita según su historia personal.
En necesario que el niño experimente, crezca intentando. Todo niño y en cada etapa, y cuando digo cada etapa me refiero a todas desde el nacimiento, cuenta con capacidad para determinada autonomía y potencial a desarrollar, es la postura de quien está con este niño y los vinculos afectivos más cercanos que habilitan, permiten o obturan estas capacidades.
Permitir, posibilitar y dar las herramientas tiene que ver con los miedos y certezas de cada padre referidos a su historia personal. Es en este camino de análisis propio que pretendemos estar para pensar juntos...
Lic. Daniela Muñiz
Psicóloga Clínica
CJP N°104320- TEl 098592791