domingo, 27 de octubre de 2013

Afrontar las pérdidas y muerte en la infancia;

Nos ubicamos en la situación de perdida en general, es decir la ausencia de algo o alguien importante, con un lazo afectivo para el niño que por circunstancias previstas o inesperadas deja de estar. En los niños de edad preescolar el problema que se presenta es, que consideran a la muerte como algo que puede modificarse, sería un sentimiento así como, quién ha muerto volverá a cenar conmigo como todos los días.
Considerar la muerte como algo variable y no tener la capacidad de comprender el concepto de irreversibilidad es una característica de los niños en la primera infancia. No asimilan que sea algo fijo, puede pasar que fallecida la persona querida el niño comente que si mañana va a venir.
Los niños más pequeños consideran a la muerte un estado temporal como el dormir o marcharse, y es en la etapa de entre los 5-7 años que se establece el concepto de muerte, aunque aún "rudimentario".

Es importante considerar que el resto del entorno y seres queridos están también de duelo, lo cual hace que estar pendiente del niño y sus sentimientos  en estos momentos sea tarea difícil emocionalmente. El ambiente familiar está afectado se encontrará tocado, pero debemos intentar que el cuidado y las atenciones del niño no se vean alterados.

En general los niños necesitan que se les participe del problema brindándoles información correcta y sencilla, que deberá ser acompañada de apoyo emocional, tal como seguridad y comprensión para afrontar la pérdida.

POSIBLES REACCIONES DEL NIÑO ANTE LA PÉRDIDA;
-        El niño puede intentar mostrar que nada le ocurre, hacerse el fuerte y que no le duele, comportamiento que tiene que ser pasajero para que no se convierta en un problema a futuro.
-        Puede pasar que el niño niegue la muerte y esto es que no asimile totalmente la pérdida.
-        Las reacciones del niño más observadas ante la muerte son la expresión brusca del dolor por medio de su comportamiento de rabia, reacciones violentas, irritabilidad, o como pesadillas. No puede controlar las emociones que está experimentando, puede incluso parecer muy enojado con el resto de la familia.
-        Puede mostrar un retroceso, en su proceso de desarrollo, empieza a hacer cosas que ya había superado, se orina, pide chupete, porque necesita llamar la atención y ser protegido.
-        Incapacidad para quedarse solo, provocándole un miedo intenso para relacionarse con compañeros, puede aislarse, no jugar, se deteriora su rendimiento o no quiere ir al colegio.
-        Puede tener variaciones en su apetito, o dificultades para ingerir cualquier alimento.
-        Hay casos más extremos donde el niño quiere irse con el fallecido, porque no consigue pasar el duelo.

COMO ACTUAR ANTE LA PÉRDIDA;
          Los padres deben de estar conscientes de cuáles son las reacciones esperadas y cuales los comportamientos que pasan de lo que es el proceso de duelo, para consultar a un profesional. Es esperado que pasadas algunas semanas de la muerte, el niño sienta una tristeza profunda o que crean que el ser querido continúa vivo, pero consideremos los tiempos de los comportamientos que expresábamos, porque negar el hecho o evitar mostrar lo que se siente, a largo plazo son problemas importantes.

- Es recomendable que el niño asista a los actos velatorios, sin ser obligado, ni presionado, pero si compartir con él el hecho.
- No evites sus preguntas, siempre es bueno responder las preguntas que tenga el niño, una forma puede ser leer historias donde signifique lo que pasa.
- Dale respuestas breves y sencillas, Los niños de corta edad no pueden manejar mucha información, por lo que es necesario explicar la muerte sin inventar historias, dejarle lo más clara posible la situación.
- Dale razones sencillas, explicar las causas en forma clara y separar la posibilidad que algo pueda sucederle a él o ella.
- Muestra tus sentimientos, es importante no mostrar ni una postura de tristeza exagerada pero tampoco  ocultar el malestar, contarle que los adultos también lloran y que esto tanto como a él, te pone mal. Los niños perciben claramente el cambio de humor de sus padres y es muy feo para él sentir que se lo ocultas.
- Evita eufemismos, no decir frases que el niño aún no tiene la capacidad de comprender, porque el niño puede referirlas a sí mismo, generarle miedos o no entender lo que quieres explicarle.
 - Ten cuidado cuando hables de Dios y del cielo, sin cuestionar las creencias religiosas de cada grupo familiar, hay que saber que decir que el niño pueda comprender.
- Dale seguridad, la creencia de los niños de corta edad de que el mundo gira en torno a ellos, les puede hacer sentir que ellos generar la ausencia, por lo que hay que ser claros en que no tiene nada que ver con ellos.
- Ten en cuenta que el tema surgirá repetidamente, las preguntas pueden reiterarse y hay que estar preparado para responder y aclarar todo porque la idea de permanencia de la muerte es difícil.
- Recuerda al fallecido, Los niños necesitan mostrar lo que sienten y significarlo en comportamientos, dependerá de la familia y creencia pero no ocultar la ausencia de la persona o mucho menos esforzarse para no nombrarlo, por medio de dibujos, cuentos o como cada uno pueda ayuda a elaborar lo que esa experiencia dejó.
- No le restes importancia a la muerte de una mascota. Éste es el primer contacto de muchos niños con la muerte y puede ser un evento muy trágico para ellos.
- No abandones la rutina, porque ésta da sensación de seguridad. Continuar asistiendo a sus actividades, seguir con sus horarios y verte que todo continúa.
- No intenten ser perfectos, Si estás muy triste por una muerte reciente, no siempre podrás responder todas las preguntas, pide ayuda y recuerda que cuanto más te ayudes a ti misma a procesar tu pérdida, mejor preparada estarás para ayudar a tu hijo, ahora y más adelante.

Una vez que el niño acepta la muerte, es normal que manifieste su tristeza, a veces en momentos inesperados, es importante acompañarlo, permitirle expresarse y no minimizar lo que le pasa.
Si la persona muerta era esencial para la estabilidad del mundo del niño, la ira es una reacción natural. Esta ira se puede manifestar en juegos violentos, pesadillas, irritabilidad o en una variedad de otros comportamientos. A menudo el niño se mostrará con enojo hacia los miembros sobrevivientes de la familia.

No dejes de consultar si frente a toda esta etapa algo crees que puede dañar a tu hijo, o si necesitas una orientación tanto para ayudarlo como para ayudarte…


Lic. Daniela Muñiz

Psicóloga

jueves, 18 de julio de 2013

INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA EN PRIMERA INFANCIA…

Dispositivo de Intervención Psicológica: observación, orientación y abordaje de problemáticas presentes en los primeros momentos del desarrollo. Trabajo en intercambio con educadores y familia.
            EL desarrollo temprano de los primeros años de vida, es fundamental para el correcto advenimiento de sus capacidades como ser humano. Durante este período se comienzan a establecer pautas de aprendizaje, actitudes y sentido de si mismo y del mundo que lo rodea.
            Trabajar en los grupos de niños para abordar su interacción, expresión, comunicación y desarrollo psicoafectivo, con el objetivo de detectar en una etapa temprana elementos  que serán en un  futuro generadores de complicaciones psicoafectivas, y otorgar una modalidad de abordaje y tratamiento integral.
               Trabajaremos sobre y en pro del desarrollo de las potencialidades inherentes a los niños de esas etapas del desarrollo psíquico, afectivo, biológico y social; estableciendo de esta manera la proporción de niños que desarrollan problemáticas psicoafectivas y emocionales vinculadas a su desarrollo y contexto próximo.

Nos proponemos:
-        Establecer un trabajo de ida y vuelta con cada institución, maestras y familias.
-        Trabajar sobre la estimulación psicoafectiva del infante y el apego en la interacción temprana.
-     Poder detectar las adquisiciones que se están llevando a cabo en cada etapa singular del desarrollo. 
-        Basar nuestra intervención  en el intercambio y  la información.
-        Estar a alerta de todos aquellos indicadores que nos estén señalando alguna dificultad en las adquisiciones o desarrollo de las potencialidades del infante en busca de su mejor abordaje, otorgando un espacio de consulta clínica donde realizar un diagnóstico preciso de la problemática y una modalidad de tratamiento, accesible a cada familia.
-        Sentar las bases del trabajo conjunto entre padres, educadores y profesionales de la salud, al considerar esta visión como un procedimiento necesario para el bienestar del niño y su familia, donde el trabajo interdisciplinario es fundamental.


            Abocarnos  al abordaje de una edad particular y crucial para el desarrollo como son los primeros años de vida, es fundamental para la prevención de muchas situaciones que detectaremos con tiempo de realizar un diagnóstico y tratamiento.
            Agradecemos a quienes se suman en este esfuerzo para permitirnos desde nuestros postulados teóricos elaborar una manera de trabajo, que con la práctica permanente nos posibilite además incrementar nuestros elementos teóricos.
                               


Lic. Daniela Muñiz González
Psicóloga
Facultad de Psicología. Universidad de la República.
094947244 / 098592791

Email: licdanielamuniz@gmail.com

martes, 16 de julio de 2013

Acompañamiento terapéutico para personas con enfermedades crónicas, encuentros terapéuticos en domicilio u hospitalarios.

Consideramos que la atención psicológica, comprensión y acompañamiento debe ser otorgado en el momento que la persona lo requiera más allá de las circunstancias en las que se encuentre, adaptándonos y manejando las mismas.
El lugar físico, las condiciones edilicias y circunstancias económicas son parte de una realidad a manejar y sortear.
La salud y la búsqueda de bienestar es la primicia para generar el encuentro terapéutico y las condiciones de tratamiento.
Cruzar por una internación hospitalaria o domiciliaria es un momento de fragilidad, inestabilidad y angustia. El dispositivo de Atención terapéutica para personas con enfermedades crónicas, apunta a acercar el tratamiento psicoafectivo y acompañamiento terapéutico, trasladándonos a donde la persona lo requiera en caso de internación, o haciendo más accesible el encuentro. Es abrir las puertas del consultorio, acompañar y orientar…
CENTRO DE ATENCIÓN TERAPÉUTICA PSICOLÓGICA

098592791 / 094947244

viernes, 22 de marzo de 2013

Desarrollo psicológico de la primera infancia: (niños de 2 y 3 años)



Cuando el niño está en sus dos años el Sistema Nervioso alcanza la madurez necesaria para que esté listo a enfrentar nuevos aprendizajes, coordinar mejor sus movimientos, adquirir lenguaje y formas de intercambio con sus pares, etc, lo que aún no esta totalmente desarrollado es su capacidad de detener la acción y su voluntad ante los movimientos y comportamientos. El niño que ha comenzado hace poco a trasladarse y a conocer por si solo su mundo circundante puede comenzar una acción, pero para dejar de hacerla es más costoso, puede no controlar del todo sus movimientos y generarle rabietas o malos comportamientos de descarga como morder, pegar etc.
Es capaz de controlar cada vez mejor su cuerpo, ya al segundo año puede ponerse n puntas de pie, levantar uno de sus pies y sostenerse en el otro y comienza a realizar juegos que acompañan esta evolución como armar cubos en equilibrio  alinear juego, trasladarse etc. disfruta del movimiento y es una necesidad.
Si continuamos detallando las adquisiciones en este tiempo, destacamos como importante y necesario el control de los esfínteres, es una nueva adquisición que brinda autonomía, madurez, el control diurno en primer lugar de sus necesidades y luego el control nocturno. Cambio también para su madre o quien esté a cargo del niño en cuanto a su traslado y vinculación con compañeros de su edad, sin dejar de considerar la oportunidad de ser aceptado en centros de estimulación temprana, guarderías etc, otro hecho fundamental para su crecimiento y desarrollo.
Cuando referimos a todas estas adquisiciones a nivel psicológico, motriz y emocional sabemos que son frágiles y que pueden tener alguna modificación ante cambios del ambiente, situaciones puntuales etc.
Es también importante señalar el lugar que cumple en todo esto la estimulación continua y la comprensión de sus necesidades y logros. Permitiéndole crecer, experimentar de forma segura y placentera. El ambiente cercano es aún su mundo y los padres son el modelo que tiene a seguir.
La información para los padres, el intercambio con otros padres y con profesionales que asesoren y evalúen el desarrollo de su hijo es fundamental en todo el proceso de desarrollo…


PROGRAMA DE EVALUACIÓN EMOCIONAL Y PSICOMOTRIZ EN LA PRIMERA INFANCIA:
♣ Valoración psicológica del proceso de desarrollo del niño en sus primeros años de vida.
♣ Abordaje del vínculo padres-hijo
♣ Desarrollo de los primeros vínculos en la preescolaridad

...Centro de Atención Terapéutica...
Lic. Daniela Muñiz
Psicóloga
098592791 / 094947244

miércoles, 20 de marzo de 2013

Adultos Mayores: Un Dispositivo de Atención y Seguimiento.


El anciano es una persona vulnerable, con características particulares respecto al momento de la vida por el cual está transitando y el rol que cumple en nuestra sociedad. Actualmente los Residenciales para la tercera edad y también llamados hogares de ancianos han comenzado a aumentar su número. En estos lugares, esta población presenta varias necesidades de atención y cuidados que deben ser suministrados desde una visión humana y comprensiva de la situación; haciendo hincapié en su contexto social de aislamiento, donde la vinculación se da con otros ancianos y donde la familia muchas veces no se hace presente en forma asidua.

            Habitualmente se observa la presencia de múltiples patologías, que se unen a su forma de vida para constituirlo en una persona vulnerable y solitaria. Estoy haciendo referencia a enfermedades en diferentes órganos del cuerpo, también  transtornos de memoria y patologías degenerativas.

            Frente a esta realidad considero imprescindible abordar esta problemática compleja, apuntando a un Programa de Apoyo y Rehabilitación Psíquica y Sanitaria del Adulto mayor.

El Objetivo General de este Dispositivo de Atención es: Contribuir al bienestar subjetivo del anciano.

Para lo cual se establecen como Objetivos Particulares:
-        Prevenir la aparición de problemas de salud física y psíquica.
-        Optimizar el uso de los recursos mnésicos.
-        Generar sentimientos de pertenencia, comunicación e intercambio entre los residentes, así como la expresión de sus sentimientos y pensamientos.
-        Promover las relaciones interpersonales y familiares
-        Constituir un apoyo para el anciano y su familia.
-        Otorgar un espacio de escucha para los cuidadores, generar un trabajo en forma conjunta en pro del bienestar del adulto mayor residente del lugar.

La forma de trabajo se presenta con varios ítems:
-        Realizar un abordaje holistico del anciano donde  incluimos salud física y mental.
-        Hacer hincapié en el funcionamiento de la memoria y las posibilidades de intervención en el deterioro de la misma y las patologías asociadas.
-        Proponer  actividades de interés en forma individual y grupal. Talleres de recreación y reuniones propuestas por ellos mismos. 
-        Trabajar en un seguimiento y acompañamiento del anciano y la eventual intervención en momentos de pérdida, duelos o acontecimientos dolorosos.

Lic. Daniela Muñiz González.
Psicóloga.
Facultad de Psicología.
Universidad de la República.
Teléfonos: 094947244 / 098592791.
E-mail: licdadanielamuniz@gmail.com

viernes, 22 de febrero de 2013

En el recorrido para la comprensión y tratamiento de los Ataques de Pánico:


Se ha vuelto muy común escuchar el diagnóstico de ataque de pánico o fobias, me parece importante dejar algunas ideas sobre el tema que nos permitan, pensar e intercambiar.
Quien sufre de pánico se asombra y no encuentra razones para su malestar y para comprender lo que le está sucediendo, esto hace que la persona se concentre en hablar de sus síntomas, de aquello que siente a nivel físico, que lo paraliza, lo aterra y se coloca en una búsqueda casi desesperada de lo que logre hacer desaparecer el estado de cosas que siente.
Los ataques de pánico son transtornos agudos de estados de ansiedad, angustia y culpa, limitantes. Que llevan a la evitación de todo aquello que pueda volver a generar dicha sintomatología que lejos esta de lo externo, y que la persona se siente con muy pocas herramientas para lograr una salida de su estado.
Estos episodios hacen que el individuo deba buscar ayuda, generalmente comenzando a nivel médico y suele haber una importante resistencia a explorar su mundo interno, sumando un sentimiento de no poder enfrentar sus sentimientos.

Hablemos de la Ansiedad:
La angustia es una señal sana del organismo porque es un recurso que pone en marcha el aparato psíquico, es un fenómeno automático que se genera como expresión a una percepción de peligro. Cuando estamos frente a un monto de angustia extrema es porque se ha acumulado ansiedad. Esta sin posicionarse en una causante identificada por el sujeto y será proporcional a la insatisfacción que siente la persona. En ocasiones ésta angustia es desplazada a objetos externos porque no es soportable y se aleja de ese conflicto originario, por lo cual confunde cuando la persona sufre episodios de pánico desconociendo su origen y funcionamiento.
Este desplazamiento actúa para que no se llegue a hacer consciente la idea original y la tensión pretende resolverse al descargarse con otro motivo aparente, pero la angustia real no desaparece con la acción, sino que la conducta genera una frustración de los conflictos no resueltos y se acumula el malestar hasta que la persona pueda identificar lo que sucede.

El tratamiento: sus inicios...  
Lo primero que necesitamos es tomar conciencia que estamos frente a una enfermedad y aceptar que esto es más que un período de aparición de síntomas. Es un sistema en el cual el cuerpo y los sentimientos están interrelacionamos de tal forma que el sufrimiento corporal se vincula con la ansiedad y la angustia por la que se está pasando.
No se es conciente del monto de dolor interno, por lo cual es necesaria su descarga en la búsqueda del desvío de parte de este sufrimiento.
Es el tratamiento, el momento de hacerse cargo de ésto, conocer las angustias, hacer un recorrido para establecer cómo se han formado y encontrar una forma que sea sana para manejar las experiencias de dolor, frustración, intolerancia, desvalorización, etc.
Demos por comenzado el proceso de tratamiento manteniendo la individuación del sujeto que llega a consulta, es decir, sin identificar al enfermo por medio de sus síntomas físicos, sino siendo estos una manifestación que nos ayuda a pensar sobre qué cosas abocar nuestra tarea, para llegar al verdadero problema que siendo desplazado se ha convertido en malestar significativo.

A que nos enfrentamos en los Ataques de Pánico:
Estamos frente a un sistema muy bien diseñado por el organismo que genera por medio de la manifestación y el padecimiento de una sintomatología orgánica, la descarga de monto emocional de alta cuantificación insoportable para la persona y además inconsciente, es una huída del verdadero peligro que nos desvía del problema y que como toda enfermedad tiene su lado bueno en tanto descarga parte del monto de angustia de la persona para que el organismo en general, pueda continuar.
Frente a esta situación toda las ganas de la persona están colocadas a hacer desaparecer o no generar los síntomas, evitando situaciones, lugares, cosas etc, generando un circulo vicioso de mayor monto de angustia, una vida limitada y frustrante que realimenta el padecimiento sin lograr ver aún la problemática escondida detrás de esto.
   
Tratamiento:
Existen varios recursos, necesarios en la mayoría de los casos para enfrentar en primer lugar la sintomatología y dar paso a un proceso de análisis de la problemática. Nos referimos en primera instancia a la medicación supeditada al trabajo con médico psiquiátra, de esta manera la angustia de orden inmanejable será compensada. Colabora en el sentimiento tan necesario para la persona de que puede tener nuevamente el control de su vida, de esta manera, ser conciente de los cambios que su vida requiere.  
La puesta en marcha de tratamiento terapéutico es fundamental para acompañar este procedimiento y para que la persona construya junto a su terapeuta, un ámbito personal, de comprensión y escucha, en el cual, se pueda manifestar con palabras la angustia que vive y hacerse el protagonista de sus cambios, así el cuerpo dejará de ser paulatinamente la herramienta por la cual se expresan los malestares tan significativos que son insostenibles para el organismo.
En la terapia no es fácil abordar la relación que está presente entre los síntomas corporales y las situaciones particulares de la vida.
Veamos lo que sucede en nuestra forma de sentir, todos los humanos recibimos sensaciones que son los estímulos que provienen del mundo interior y exterior, cada uno de ellos genera un estado de tensión según la valoración de ese estímulo, lo cual hace necesario que el mismo sea descargado. No siempre estas descargas funcionan teniendo en cuenta la diversidad que puede tener como afectación cada estímulo, entonces cuando sucede el bloqueo de esta descarga, se genera una sensación interna de ineficiencia.
Uno de los principales recursos que se utiliza como defensa psíquica es la represión, por medio de la cual se bloquea de manera inconsciente la tendencia a la acción, pero tengamos en cuenta que lo reprimido no quedará sin actuar, sino que va a generar sustitutos y va a desplazar la excitación a otras ideas que no estén bloqueadas, por lo que la descarga será por vías totalmente inesperadas y sin vinculación alguna al estímulo originario.
La evitación del encuentro con la situación que genera fobia, hace que la persona se mantenga en un estado de alerta continuo, haciendo que la descarga de esta carga emocional sea en la transformación en angustia, provocando mayor inquietud. Los temores son proyectados fuera de sí, este mecanismo inconsciente crea un exterior lleno de peligros, frustrante y el cuerpo funciona de acuerdo a la percepción de ese peligro.
Los síntomas que aparecen son; aceleración del pulso y de la respiración, alteración del ritmo cardíaco, temblores, sudoración, falta de aire, sensación de sofocación, mareos, dolores toráxicos, nauseas y sensación de desvanecimiento y de muerte. Estos episodios generan tal malestar que la persona tratará de evitar cualquier cosa o situación que pueda volver a generarlas, haciendo de sus decisiones la propia trampa, ya que el alejamiento, la evitación de lugares y personas y las decisiones que toma en pos de cuidarse, generan un aumento progresivo en su malestar interior, en su causal de angustia y hace crecer los ocasionantes de malestar que terminan en la aparición de estos síntomas físicos.
La persona comienza a sentir que pierde el control de sí mismo, tiene miedo de enloquecer o de morir, sin comprender el origen de todo esto, así como también desconoce la intensidad de los sentimientos de su interior. 
Cuando la frustración y la angustia que tiene la persona, no logran hacerse conscientes, se transforman en una gravamen de estrés que necesita descargarse, por lo cual el cuerpo toma la función de escenificar lo que ocurre en el interior y es desconocido para el sujeto.
Cuando nos planteamos un tratamiento sabemos que al hacer consciente este proceso, la persona poco a poco será capáz de comprenderse y sus síntomas irán decreciendo en intensidad y frecuencia en un espacio de contención y análisis.
En el proceso de tratamiento hacemos un recorrido personal, una revisión de las vivencias tempranas en la particularidad de la historia de cada uno. Considerando que el camino es lento y el lugar un espacio propio de conocimiento personal, donde es fundamental considerar que los síntomas no serán lo que atacamos, sino la vida en general de la persona, por lo cual, esa sintomatología puede no desaparecer de repente o volver a ocurrir. La forma en la cual se pueda ampliar el conocimiento personal, la tolerancia de la frustración y la dialéctica de la vida emocional, nos hará modificar la reacción frente a la reaparición de los síntomas y abocarnos a otras áreas de la persona para no dejar lugar a ellos. La re-codificación de la historia personal nos afronta a una lucha intensa imprescindible para enfrentar y compatibilizar con el mundo exterior, porque cuando estemos convencidos que somos los protagonistas de nuestra historia y que dirigimos nuestra vida, ella vuelve a nuestras manos.

Lic. Daniela Muñiz
Psicóloga

martes, 29 de enero de 2013

TRABAJO CLÍNICO EN ORIENTACIÓN VOCACIONAL, OCUPACIONAL:


Nos referimos a la Orientación Vocacional como un quehacer profesional del psicólogo clínico, que se enmarca en un encuadre teórico-clínico y de trabajo. En el cual, por medio de la consulta psicológica se da un trabajo conjunto con el consultante para enfocarse en analizar y colaborar en la comprensión de las decisiones en la transición al mundo educacional y laboral.
Partimos de la base de conocer las características personales y psico-afectivas.
El proceso de trabajo en Orientación vocacional, laboral; es transitar el camino de las incertidumbres, dudas, en un momento particular y personal de quien consulta, para arribar a un origen a seguir.
Ampliamos esta orientación para quitarla del patrimonio de los adolescentes, al concebirla como proceso analítico con una finalidad. Porque la conformación de un proyecto de vida es parte de la personalidad toda, del momento del consultante y tendrán mucho que ver las elecciones profesionales ocupacionales.
Nos proponemos abordar la autopercepción y auto-consideración, las valoraciones personales de las capacidades de cada uno, así como la visión de sí mismo; porque nos encontramos trabajando inmersos en la identidad y en la identidad ocupacional.
Trabajamos en el proyecto de vida, desde el concepto de construcción personal permanente, así como de un proceso de individuación y crecimiento psicoemocional.


Lic. Daniela Muñiz
Psicóloga
098592791 / 094947244

martes, 15 de enero de 2013

Adolescencia: Rebeldes o incomprendidos?


La adolescencia como periodo que se define entre la niñez y la edad adulta es el de cambios estructurales, orgánicos y emocionales que conforman a la futura persona adulta.
Observamos con mayor frecuencia cada vez, la presencia de excesos de angustia, ansiedad y desorientación, presentando cambios de carácter, irritabilidad, desanimo y poco interés en actividades de estudio o recreativas.
El objetivo de este artículo es determinar la prevalencia de la ansiedad como elemento previo a otras complicaciones emocionales que pueden desarrollarse.
Observar el retraimiento en el adolescente, la disminución en la comunicación e interés de compartir con familiares, el fallo en los estudios o fracaso académico entre otras cosas, como la adherencia a las redes sociales y poco compromiso, son elementos que generan malestar significativo en los padres, ocasionando enfrentamientos que alejan y hacen sentir menos comprendido al adolescente.
Consideremos que se encuentran atravesando diferentes instancias de su crecimiento físico y mental y necesitan un ambiente contenedor, limitante y protector para su desarrollo emocional y de intereses para su propia vida.
Sus comportamientos desajustados muestran el padecimiento interior de estos chicos para los cuales se transforman en retos extraordinarios, las actividades cotidianas.
Algunos síntomas que ayudan a detectar la presencia de ansiedad y la necesidad de apoyo y valoración emocional son la inseguridad, el temor, los pensamientos negativos y fatalistas, las vivencias de la ocurrencia inminente de hechos malos, la desvalorización personal, falta de ganas e ímpetu, aislamiento etc.
Es necesario determinar la prevalencia de estos indicadores y su afectación en la particularidad del adolescente para pensar la puesta en marcha de modificaciones a nivel personal y del contexto que comprendan apoyen y colaboren en el avance psicoemocional del joven

Las modalidades de abordaje, así como las necesidades son individuales pero la valoración y comprensión de la situación es el primer paso…

Licenciada Daniela Muñiz
        Psicóloga
098592791 / 094947244